EL CAMINO DEL GUERRERO Y SUS VIRTUDES CONTRASTADAS
Reales Ordenanzas, Principios de Actuación en el Empleo
de la Fuerza,
Credo Legionario y Virtudes del Bushidō
Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico de
DCI (1)
Fecha
de edición: MAY12
INTRODUCCIÓN
Allá por el año 2006 tuve la oportunidad de redactar un
artículo llamado “El Camino del Guerrero”(2). En él hice referencia
a las más importantes virtudes: honor, valor y disciplina, así como la
preservación de la paz como objetivo último y razón de ser, a través del
aprendizaje y práctica de las cualidades que la conforman: espíritu de
sacrificio, autoconfianza y valoración personal, tolerancia y respeto,
solidaridad y generosidad. Definiéndolas de un modo formal, quedarían de este
modo:
Estas cualidades permiten al Guerrero entrar en combate
cumpliendo la ley, de acuerdo a los Principios de Actuación en el Empleo de la
Fuerza: legalidad, necesidad, no discriminación, humanidad, oportunidad,
congruencia y proporcionalidad(3).
Los ejércitos de todo el mundo han intentado mejorar
aprendiendo de los demás, como fue el caso del fundador de la Legión Española,
el entonces Teniente Coronel Millán Astray(4) que estudió, entre
otras fuentes, la Legión Extranjera Francesa en Argelia o el Bushidō(5)
japonés, y desarrolló los doce espíritus del Credo Legionario(6).
En relación con estos conceptos, voy a intentar
establecer una serie de paralelismos y llegar a unas conclusiones finales en
base a las siguientes guías de referencia:
-
El Camino del Guerrero
de DCI.
-
Reales Ordenanzas
para las Fuerzas Armadas Españolas(7).
-
Principios de
actuación en el Empleo de la Fuerza.
-
Credo Legionario.
-
Las Siete Virtudes
del Bushidō.
El objetivo de este trabajo no tiene un carácter
exhaustivo en lo referente a cada concepto, ya que el objetivo es la valoración
de estas cualidades en relación con todas las fuentes a las que se hace
referencia. Por ello, no se incluyen determinadas referencias a estas
cualidades que puedan salirse de este contexto. El texto en color negro son
citas de los documentos que se indican.
Cada documento de referencia tiene unos objetivos
distintos, por lo que no todas las cualidades son comunes en todos los casos y
en ningún caso deberá pensarse que determinados documentos son “mejores o peores”
que otros por estos motivos, ya que no tiene razón compararlos, aunque sí
contrastarlos. Donde se aprecia que no corresponde incluir referencias se
indicará que “no se trata”.
LAS RELACIONES ENTRE EL CAMINO DEL
GUERRERO Y OTRAS FUENTES
Voy a intentar organizar la información desde el punto de
vista de las virtudes enumeradas anteriormente y establecer las relaciones
entre ellas y las que se describen en las otras fuentes. Evidentemente, algunas
de las cualidades que incluyo en un apartado podrían quedar incluidas en otros,
ya que determinados conceptos están descritos de un modo amplio, pero que
tienen perfecta cabida en su entorno específico.
Honor
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
-
Art. 14. “El militar cuyo propio honor y espíritu no le estimulen a obrar siempre
bien, vale muy poco para el servicio”. Propone, por
tanto, que el militar debe actuar por su convicción interna de cumplir
correctamente con sus deberes, sin necesidad de ser supervisado.
Principios de Actuación en el Empleo de
la Fuerza:
-
Legalidad:
es la obligación de someter los actos al
mandato legal. Constituye una de las bases de la
evolución social de la persona, que evita la venganza y la deposita en manos de
la justicia.
-
Congruencia:
consiste en elegir, de entre los medios
legales previstos y disponibles, el que sea más idóneo y que mejor se adapte a
la concreta situación. Supone supeditar la
seguridad propia, que podría garantizarse con un empleo desmesurado de la
fuerza, a unos principios que están por encima de ella, garantizando que se
cumple la finalidad de los cometidos sobre los que la sociedad ha depositado en
él la confianza.
Credo Legionario:
-
3. El Espíritu de amistad: “es el
juramento entre cada dos hombres”. Implica que me
fío de mi compañero y él se fía de mí, porque el honor de ambos está en juego.
-
4. El
Espíritu de unión y socorro:
A la voz de ¡ A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin
ella, defenderán al legionario que pida auxilio”. Se
basa en el espíritu de amistad entre personas de honor, por lo que se da por
sentado que el compañero ha actuado de modo recto.
-
10. El Espíritu de la muerte: “el morir
en el combate es el mayor honor. No se muere más que una vez. La muerte llega
sin dolor y el morir no es tan horrible como parece. Lo más horrible es vivir
siendo un cobarde”. Preferir la muerte al deshonor
es, probablemente, la cualidad principal que adorna toda esta sección.
-
11. La Bandera
de La Legión: “Es la más gloriosa, porque está teñida con la sangre
de sus legionarios”. La Bandera es el símbolo de un
colectivo y, por tanto, su presencia los representa. Cuando se mancilla un
símbolo, se está atentando moralmente contra lo que representa.
Bushidō:
-
Honor: “el auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es
él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de
quién es en realidad. No puede ocultarse de sí mismo”. Supone,
por tanto, que merece la confianza de los demás en base a la responsabilidad que
manifiesta en el cumplimiento de sus cometidos.
El honor es, por tanto, la cualidad moral que lleva al
más severo cumplimiento del deber. Es el que marca el sendero de los actos de la
vida. Son los ideales que, por puros, son inalcanzables, que sirven para
mantenerse avanzando siempre. Una persona de honor es una persona de confianza,
es predecible, sus actos se ajustarán al compromiso de sus palabras. Por tanto,
una persona sin honor se dejará llevar por la desidia en el cumplimento de sus
obligaciones y compromisos. El honor implica someter los actos a las ideas y a
los ideales, que permiten asumir el sacrificio personal en caso necesario ante
una meta superior.
Valor
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
-
Artículo 17. Virtudes fundamentales. “Tendrá presente que la disciplina, valor,
prontitud en la obediencia y exactitud en el servicio son virtudes a las que
nunca ha de faltar”. Definir unas virtudes como
fundamentales permiten mostrar el camino, marcan el carácter del colectivo y
garantizan la cohesión moral.
-
Artículo 83. Preparación para el combate. “En todo tipo de operaciones, el militar estará
preparado para afrontar con valor, abnegación y espíritu de servicio
situaciones de combate, cualesquiera que sean las misiones de las Fuerzas
Armadas en las que desempeñe sus cometidos y ejerza sus funciones”. Aquí se describe la actitud hacia el combate, en
contraste con lo que se pide para el momento de combatir en el siguiente
artículo. Implica, por tanto, asumir los riesgos y otorgar confianza para
actuar en equipo, pero también para que los ciudadanos se sientan confiados en
los que van donde nadie querría ir, para cumplir unas misiones que nadie
querría cumplir.
-
Artículo 89. Cualidades del combatiente. “La moral de victoria, el valor, la
acometividad, la serenidad y el espíritu de lucha son cualidades que ha de
poseer todo combatiente”.
-
Artículo 92. Moral de victoria. “Todo mando en combate ha de inspirar a sus
subordinados valor y serenidad para afrontar los riesgos”. El valor, por tanto, se puede transmitir y, por tanto,
todo mando se debe saber hacerlo.
Principios de Actuación en el Empleo de
la Fuerza:
No se trata.
Credo Legionario:
-
1. El
Espíritu del legionario: “es
único y sin igual, de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la
distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta”. Fiel ejemplo de valor, esta actitud permite asumir la
iniciativa y alcanzar ventajas iniciales fundamentales para resolver la
situación con la victoria.
-
7. El
Espíritu de acudir al fuego:
“la Legión, desde el hombre solo hasta La Legión entera, acudirá siempre donde
oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre, aunque no tenga orden para
ello”. Otro modelo de
acometividad y decisión, que siempre deberán se escoltadas por el valor.
-
12. Todos los hombres legionarios son bravos: “cada Nación tiene fama de bravura;
aquí es preciso demostrar qué pueblo es el más valiente”. A través de los retos nos
motivamos para alcanzar metas más lejanas.
Bushidō:
-
Coraje: “Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como
una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico.
Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena,
completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución”. El
valor, como principio esencial de control del miedo, exige la adaptación a la situación
para resolverla con éxito. Este concepto de coraje que, a pesar de sentir el
miedo se controla, transformándolo en respeto y precaución, permite comprender
cómo se puede manifestar la dignidad frente a lo adverso.
El valor es imprescindible para
enfrentarse a la adversidad, para lograr lo que parecía imposible, y se basa en
la actitud que se toma a través de la voluntad, armonizadora de los tres
elementos que configuran las manifestaciones del yo: pensamiento, sentimiento y
movimiento(8).
Disciplina
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
-
Artículo 1. Objeto. “Las Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas, que constituyen el código de conducta de los militares, definen los
principios éticos y las reglas de comportamiento de acuerdo con la Constitución
y el resto del ordenamiento jurídico. Deben servir de guía a todos los
militares para fomentar y exigir el exacto cumplimiento del deber, inspirado en
el amor a España, y en el honor, disciplina y valor”.
Como no puede ser de otra manera, la disciplina es la virtud del militar por
excelencia, incluida sin pérdida de tiempo en el primer artículo.
-
Artículo 7. Características del
comportamiento del militar. “Ajustará
su comportamiento a las características de las Fuerzas Armadas de disciplina,
jerarquía y unidad, indispensables para conseguir la máxima eficacia en su
acción”. La disciplina, que nace de la voluntad,
modula todo del devenir de la persona, le da una dimensión consciente de su
destino y lo integra en el conjunto, permitiéndole logros muy superiores a su
sola aportación personal.
-
Artículo 8. Disciplina. “La disciplina, factor de cohesión que obliga
a mandar con responsabilidad y a obedecer lo mandado, será practicada y exigida
en las Fuerzas Armadas como norma de actuación. Tiene su expresión colectiva en
el acatamiento a la Constitución y su manifestación individual en el
cumplimiento de las órdenes recibidas”. Enlazado
con el comentario al artículo anterior, muestra la dimensión individual y
colectiva de la disciplina, como lazo de unión entre todos los miembros del
colectivo.
-
Artículo 9. Jerarquía. “…La autoridad implica el derecho y el deber
de tomar decisiones, dar órdenes y hacerlas cumplir, fortalecer la moral,
motivar a los subordinados, mantener la disciplina y administrar los medios
asignados”. En las situaciones más difíciles es
donde lo intangible cobra su dimensión más valiosa. Cuando se cumplen misiones
difíciles, es la disciplina la que forja la voluntad, pero cuando las misiones
son fáciles, es la voluntad la que da forma a la disciplina.
-
Artículo 17. Virtudes fundamentales. “Tendrá presente que la disciplina, valor,
prontitud en la obediencia y exactitud en el servicio son virtudes a las que
nunca ha de faltar”. Este artículo, ya repetido en
el apartado del valor, define clara y decididamente qué cualidades deben
describir el comportamiento del militar.
-
Artículo 44. De la disciplina. “La disciplina, en cuanto conjunto de reglas
para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de las Fuerzas
Armadas, es virtud fundamental del militar que obliga a todos por igual. La
adhesión racional del militar a sus reglas garantiza la rectitud de conducta
individual y colectiva y asegura el cumplimiento riguroso del deber. Es deber y
responsabilidad del militar practicar, exigir y fortalecer la disciplina”. Este artículo desarrolla el concepto en su máxima
dimensión. Al obligar a todos por igual fomenta la “soldadura”, es decir, lo
que une a los militares entre sí con la fuerza del metal. Por eso, a los
militares en general se les llama soldados.
-
Artículo 51. Forma de corregir. “Cuando aprecie una falta la corregirá y, si
procede, impondrá la sanción que corresponda o informará de ella a quien tenga
la potestad sancionadora. En presencia de un superior no deberá corregir las
faltas o defectos que observe cuando corresponda a aquél hacerlo. En beneficio
de la disciplina tampoco corregirá ni llamará la atención a nadie ante otros de
inferior empleo, excepto en los casos en que la falta se haya cometido en
presencia de éstos o que, de no hacerlo, se origine perjuicio para el servicio”. Esta norma protege el prestigio del militar, demostrando
el respeto que el superior manifiesta para con el subordinado al que tiene que
corregir, y demostrando la aplicación de que la disciplina, en lo colectivo,
“obliga a todos por igual”, como se vio en el artículo anterior.
-
Artículo 92. Moral de victoria. “…Dedicará su capacidad a conservar la moral
de victoria, la disciplina y el orden, y a evitar que alguien intente cejar en
la acción, abandonar su puesto o desobedecer las órdenes recibidas”. La disciplina se transmite, es contagiosa, al igual que
la falta de disciplina. Por ello, el trabajo eficaz de todo líder exige
mantener vivas estas cualidades, tanto a nivel externo como interno.
Principios de Actuación en el Empleo de
la Fuerza:
-
Proporcionalidad: “consiste en adecuar la intensidad del empleo de la fuerza,
de forma que no sobrepase la estrictamente necesaria para conseguir el control
de la persona intervenida”. La aplicación del
principio de proporcionalidad exige el más estricto control de la situación,
con la aplicación de acciones que permitan limitar los efectos de un modo eficaz,
y esto exige autocontrol personal (disciplina) para, a su vez, poder controlar
la fuerza aplicada.
Credo
Legionario:
-
8. El
Espíritu de disciplina:
“cumplirá su deber, obedecerá hasta morir”. Para
saber cómo vivir es necesario saber cómo morir. Tener claro que nuestra vida es
muy importante, pero que hay otros valores por encima permiten arriesgar la
vida para salvar otras, para cumplir con el deber.
-
9. El
Espíritu de combate: “La
Legión pedirá siempre, siempre, combatir, sin turno, sin contar los días, ni
los meses, ni los años”. La razón de ser de los
ejércitos es el combate; los militares, como conocedores de los estragos que
provocan las guerras, son los que más objetivamente pueden comprender los
beneficios de la paz, pero hay momentos en los que la paz no es posible, y para
poder restaurar los derechos y libertades de los pueblos es necesario
conquistarlos. Precisamente, cuando todo se desmorona, cuando el compañero cae
en la batalla, es cuando la disciplina aflora, empujándonos a continuar, a
cumplir con nuestro deber.
Bushidō:
-
Lealtad: “haber hecho o dicho "algo", significa que ese
"algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las
consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su
cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas
donde quiera que él vaya”. La coherencia entre
nuestros pensamientos, sentimientos y acciones son la manifestación de cómo
actúa la disciplina en nosotros. Ser capaz de comprometerse, sentirlo como
propio y no cesar hasta alcanzarlo. Eso es la disciplina, eso es la voluntad. Y
ese es el camino del éxito, de la victoria.
Cuando el General Franco fue Director
de la Academia General Militar se le ordenó el cierre por parte del gobierno de
la República. En el acto de clausura recitó una definición de disciplina que ha
quedado en los anales de la historia como modelo(9):
¡Disciplina! Nunca bien definida y comprendida.
¡Disciplina! Que no encierra mérito alguno cuando la condición
del mando nos es grata y llevadera.
¡Disciplina! Que reviste su verdadero valor cuando el
pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón
pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error
van unidos a la acción del mando.
Esta es
la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos, este
es el ejemplo que os ofrecemos.
|
Por tanto, la disciplina va de la mano de la voluntad, modulándose mutuamente, es el impulso necesario, ya sea personal (interno) o de nuestros jefes (externo), para actuar decididamente en situaciones extremas.
Espíritu de sacrificio
Reales
Ordenanzas para las Fuerzas Armadas Españolas:
-
Artículo 19. Dedicación del militar. “Ejercerá su profesión con dedicación y
espíritu de sacrificio, subordinando la honrada ambición profesional a la íntima
satisfacción del deber cumplido. Deberá tener amor al servicio y constante
deseo de ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga”. Sólo con
capacidad de asumir sacrificios es posible superar la adversidad. Cuando todo
se ve negro, se puede continuar gracias a la resistencia que proporciona el
espíritu de sacrificio, que implica altruismo, amor incondicional a los valores
superiores que estamos dispuestos a defender y apoyar hasta el final, cueste lo
que cueste.
Principios de Actuación en el Empleo de
la Fuerza:
No se trata.
Credo Legionario:
-
5. El
Espíritu de marcha: “jamás un
legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado. Será el cuerpo más
veloz y resistente”. Dentro del terreno de lo físico es donde mejor se puede
observar el espíritu de sacrificio, aunque el esfuerzo intelectual puede tener
un valor igual o incluso mayor. El crecimiento de mañana en base al sacrificio
de hoy, en esto se basa el entrenamiento y la preparación, para poder alcanzar
un futuro deseado en base al esfuerzo presente.
-
6. El
Espíritu de sufrimiento y dureza:
“no se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño,
hará todos los trabajos, cavará, arrastrará cañones, carros; estará destacado,
hará convoyes, trabajará en lo que le manden”. Sacrificarse no es suficiente
cuando se trabaja en equipo. Transmitir optimismo en la dureza del desaliento
es alimentar el alma de los compañeros, es regar la alegría que se seca, es
empujar un paso más el carro que transporta nuestros sueños.
Bushidō:
-
Lealtad: “haber hecho o dicho "algo", significa que ese
"algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las
consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su
cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes
seguirlas donde quiera que él vaya”. Totalmente relacionado con la disciplina,
el espíritu de sacrificio exige de uno mismo enfrentarse a la adversidad por
aquello en lo que nos hemos comprometido.
El
espíritu de sacrificio, por tanto, se puede decir que es la resistencia ante lo
adverso, asumiendo las situaciones con espíritu de superación, vocación de
servicio, perseverancia inquebrantable y compromiso para con los demás.
Autoconfianza y valoración personal
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
-
Art. 14. “El militar cuyo propio honor y espíritu no le estimulen a obrar siempre
bien, vale muy poco para el servicio”. Ya comentado este artículo en la sección
del honor, describe la fuerte valoración personal como motor de las acciones
correctas.
Principios
de Actuación en el Empleo de la Fuerza:
-
Oportunidad: es la “necesidad o no de
recurrir a la coacción física en la actuación”. Sólo a base de una buena dosis
de autoconfianza es posible enfrentarse voluntariamente a una situación
peligrosa.
Credo Legionario:
-
1. El
Espíritu del legionario: “es
único y sin igual, de ciega y feroz acometividad, de buscar siempre acortar la
distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta”. Ya tratado este artículo en
la cualidad “valor”, el legionario se autodefine como “único y sin igual”, por
lo que el título del dama o caballero legionario le reviste de un toque
especial de dignidad y de arrojo, por lo que La Legión forma al legionario,
para que después, el legionario forme La Legión.
Bushidō:
-
Rectitud: “Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia,
pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico
samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y
justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto”. Tener claridad de ideas sobre qué queremos y qué somos, y actuar de
acuerdo con ello, eso es la honradez, que se sustenta en una firme base de
valoración personal.
-
Honestidad, sinceridad absoluta: “Cuando un samurái dice que hará
algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la
realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra",
no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en
movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción”. Conocerse a sí mismo, qué quiero y qué
soy, es la base de la honestidad, porque permite expresar lo que se desea con
convencimiento, y actuar de forma consecuente. Sólo a través de una decidida
autoconfianza y valoración personal se puede ser realmente sincero, porque no
hay amedrentamiento ante los demás, y las palabras dichas están libres de
coacción o manipulación.
La
autoconfianza y valoración personal es el motor que nos permite situarnos en la
sociedad como elementos proactivos, eficientes, creativos, en resumen, personas
útiles que aportan lo mejor de sí mismas para mejorar su entorno. Sin
autoconfianza no seremos capaces de decidir por nosotros mismos, y sin una
valoración personal elevada nos sentiremos inferiores a los demás, sin poder
establecer relaciones productivas de colaboración mutua.
Tolerancia y respeto
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
Principios de Actuación en el Empleo de la Fuerza:
-
Artículo 11. Dignidad de la persona. “Ajustará su conducta al respeto de las
personas, al bien común y al derecho internacional aplicable en conflictos
armados. La dignidad y los derechos inviolables de la persona son valores que
tiene obligación de respetar y derecho a exigir. En ningún caso los militares
estarán sometidos, ni someterán a otros, a medidas que supongan menoscabo de la
dignidad personal o limitación indebida de sus derechos”. El respeto de las
personas es el respeto del colectivo que representan, y su defensa es la razón
de existir de los ejércitos.
-
Artículo 52. Signos externos de disciplina,
cortesía militar y policía. “…Se
esforzará en poner de manifiesto la atención y respeto a otras personas…”. Los
valores más altos se manifiestan en las cosas más pequeñas. El trato cortés,
atento y respetuoso hacia los demás demuestra los valores que adornan a las
buenas personas, cualidad necesaria para poder tener vocación de servicio a la
sociedad en la que viven.
-
Artículo 61. Ejercicio de la autoridad. “Ejercerá su autoridad con firmeza, justicia
y equidad, evitando toda arbitrariedad y promoviendo un ambiente de
responsabilidad, íntima satisfacción y mutuo respeto y lealtad”. El respeto
mutuo es la base de toda relación, y muy especialmente en el caso del ejercicio
de autoridad hacia otras personas. Faltar al respeto es quebrantar la fuerza
moral de una persona con autoridad.
-
Artículo 67. Respeto a las funciones y
cometidos de los subordinados. “Velará
para que todos sus subordinados ejerzan las funciones y desempeñen los
cometidos que les correspondan por razón de cargo, destino o servicio, sin
atribuirse ni invadir las competencias ajenas, contribuyendo así a la eficacia
del conjunto”. El trabajo en equipo eficaz exige asignar cometidos y respetar
esta asignación, de modo que todos sepan qué responsabilidad tienen, se les
puedan valorar sus cometidos y se puedan sentir responsables de sus respectivas
áreas.
-
Artículo 109. Actitud como prisionero. “…Tendrá derecho en todas las circunstancias
al respeto de su persona y de su dignidad y no aceptará del enemigo ningún
pacto ni favor especial…”. La lección fundamental que se extrae de este artículo
es que el respeto comienza por uno mismo. No se puede exigir a los demás lo que
no somos capaces de hacer con nosotros mismos.
-
Artículo 110. Trato a los prisioneros o
detenidos. “No someterá a tortura o
vejación a los prisioneros y detenidos y los tratará con humanidad y respeto…”.
Una muestra de verdadero respeto
es el trato humano con los prisioneros enemigos, ya que combina la voluntad de
mantener la mente fría, evitando dejarse llevar por la venganza, con el respeto
a la persona y a sus derechos.
Principios de Actuación en el Empleo de la Fuerza:
-
Necesidad: “nadie puede ser privado de sus derechos sino
en virtud de lo marcado por la ley”. El respeto a la ley marca el punto donde comienza verdaderamente una
sociedad civilizada.
-
No discriminación: “prohíbe el trato de inferioridad dado a una
persona o grupo de personas por motivos de nacionalidad, sexo, raza u origen
étnico, religión o creencias, discapacidad, edad u orientación sexual”. El
trato igualitario, con independencia de otros condicionantes, es justo y
esencial en una persona que busca el respeto, sembrando las bases fundamentales
para el desarrollo de una sociedad justa y plural, que permita beneficiarse de
lo mejor de cada componente.
Credo
Legionario:
-
3. El
Espíritu de amistad: “de
juramento entre cada dos hombres”. Ya tratado en el apartado del honor,
demuestra el respeto entre compañeros, al confiar plenamente el uno del otro.
Bushidō:
-
Respeto: “los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan
demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta
muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe
respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de
tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente
en tiempos de apuros”. El respeto se ha
podido definir como una equilibrada combinación de miedo y afecto. El respeto
que se le profesa a un padre es diferente del amor al hermano, precisamente por
este componente de miedo, en el sentido de su capacidad de juzgar nuestros
actos y hacernos sentir responsables de ellos. La fiereza del samurái,
combinada con un trato correcto con los demás crea esta mezcla que deriva en
respeto.
La
tolerancia y el respeto son cualidades que deben primar en todo ciudadano que
aspire a contribuir a hacer de su sociedad un lugar mejor de convivencia. Sin
embargo, es importante recordar la frase de Edmund Burke (1729-1797) que dijo
que “hay un límite en que la tolerancia deja de ser virtud”. Comprender esto
nos permite definir estos límites antes de que se sobrepasen delante de
nosotros, nos ayuda a comprendernos mejor, a decidir nuestras posturas ante la
vida y a saber hacernos respetar, porque una actitud afectuosa debe detenerse
cuando se han sobrepasado estos límites a los que me refiero, transformándose
en la otra cara del respeto, que es la firmeza o decisión de no superar
nuestros límites morales.
Solidaridad y
generosidad
Reales Ordenanzas para las Fuerzas
Armadas Españolas:
-
Artículo 96. Preparación y actuación en
operaciones de paz o humanitarias. “Se
instruirá y pondrá todo su interés en el conocimiento y comprensión de los
elementos identificadores de la cultura y las costumbres propias de la zona de
despliegue, elementos que respetará salvo que comprometan la misión encomendada”.
Es necesario conocer a las personas a las que se quiere ayudar. La ignorancia
de esta premisa puede conducir a intentar actuar de modo solidario, pero siendo
apreciado desde un punto de vista negativo por las personas afectadas. Entregar
alimentos con contenido de cerdo a personas musulmanas necesitadas es un
ejemplo de falta de conocimiento de la cultura y costumbres de estas personas,
logrando efectos contrarios a los deseados.
-
Artículo 98. Seguridad y bienestar de los
ciudadanos. “El militar pondrá todo
su empeño en preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos durante la
actuación de las Fuerzas Armadas en supuestos de grave riesgo, catástrofe,
calamidad u otras necesidades públicas”. Este tipo de misiones se llevan a cabo
con éxito gracias al espíritu solidario que adorna al personal militar español
allí donde va”.
-
Artículo 101. Competencia en la actuación. “En la ejecución de la misión que tenga
encomendada, cumplirá sus cometidos con la máxima pericia, basada en su
competencia profesional, para proteger la vida e integridad de todos los
afectados y evitar riesgos innecesarios”. Buscar que se provoquen los menores
efectos negativos sobre la población implica la percepción de una realidad innegable:
la misión última siempre es contribuir al desarrollo de la paz en el mundo.
-
Artículo 107. Protección de heridos,
enfermos, náufragos, prisioneros, detenidos y población civil. “Tratará y cuidará con humanidad y sin
discriminación alguna a los heridos, enfermos, náufragos, prisioneros,
detenidos y miembros de la población civil que estén en su poder”. Demuestra
una vez más las múltiples muestras de solidaridad que animan el espíritu de
este documento.
-
Artículo 112. Protección de población especialmente
vulnerable. “Protegerá a las
personas indefensas o desvalidas, especialmente a las mujeres y a los niños,
contra la violación, la prostitución forzada, los tratos humillantes y
degradantes o cualquier forma de explotación o agresión sexual”. El respeto a
los derechos humanos y la protección de las personas especialmente vulnerables
forman parte de los pilares donde se asienta el marco moral de las Fuerzas
Armadas.
Principios
de Actuación en el Empleo de la Fuerza:
-
Humanidad: “prevención y alivio del sufrimiento humano en
todas las circunstancias, a través de la protección de la vida y la salud, y
del respeto al ser humano”.
Manifiesta la necesidad del desarrollo de la solidaridad para con todos los
seres humanos sin distinción.
Credo Legionario:
-
2. El
Espíritu de compañerismo:
“con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta
perecer todos”. El apoyo constante entre compañeros es una muestra evidente de
solidaridad mutua y generosidad fraternal.
Bushidō:
-
Benevolencia: “mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en
rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que
debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en
cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para
encontrarla”. En este caso, la
solidaridad no es necesario que surja, incluso se busca para ayudar a sus
compañeros.
La
solidaridad y generosidad son cualidades que emanan del amor hacia la
humanidad. El simple hecho de considerar a los demás seres humanos como dignos
de ser tratados como hermanos hace que se superen muchos obstáculos, y cuando
se ha alcanzado este nivel, puede superarse para entrar en la vía del bien responsable(10)
Este trabajo permite sentar las razones para sustentar
estas virtudes que se promueven a través de DCI en la práctica habitual,
buscando con ello el desarrollo moral necesario en las personas a las que se
les confía la capacidad de emplear la fuerza contra sus semejantes en caso de
necesidad. Sin el tránsito por esta vía, el aprendizaje de las tácticas,
técnicas y procedimientos de DCI suponen adquirir una responsabilidad que no se
sabría utilizar realmente.
NOTAS
Además de la información adicional aquí referenciada, puede
ampliarse información de este artículo en la web de DCI www.defcomint.com o
contactar en defcomint@hotmail.com.
(3) Normativa
y Práctica de los Derechos Humanos para la Policía. Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
(8) Se
desarrollará en el próximo artículo del mes.