COMBATES DEPORTIVOS VS. ENFRENTAMIENTOS
REALES
Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico de
DCI(1)
Fecha de edición: ENE12
Fecha de edición: ENE12
Nota:
este artículo es un extracto de la ficha 100. Presentación del Curso 1, de los
Cursos Operativos a Distancia(2).
Cuando se visualizan
combates de boxeo, artes marciales mixtas (MMA) y otros deportes de contacto se
puede aprender mucho de todas estas actividades para comprender cómo reaccionan
los deportistas a estas situaciones, así como a la evolución de los combates,
donde se va presentando la fatiga, la acumulación de golpes, etc. También es
importante observar cómo se aplican las técnicas bajo presión, la selección de
las más eficaces y los detalles de ejecución que las hacen mejores o peores,
todo ello dentro del ambiente de presión.
Sin
embargo hay una serie de particularidades que, en una situación real, serían más peligrosas, como son:
-
El riesgo de que no hay árbitro ni reglas que
limiten la intensidad del daño provocado, lo que obliga a modificar
determinadas posiciones por cuestiones de seguridad.
-
Los objetivos de los contendientes pueden ser
mucho más peligrosos que en un combate deportivo, apareciendo siempre la ira,
el odio y el miedo como potenciadores de la hostilidad.
-
La necesidad de enfrentarnos a la sorpresa, al
“no me lo creo” (negación del suceso), a actuar sin la preparación psicofísica
adecuada (mentalización, calentamiento).
-
La incertidumbre de que puedan aparecer armas
peligrosas o apoyos.
-
Los efectos, mucho más devastadores, de los
golpes con los nudillos que con guantillas, con calzado que descalzo.
-
El suelo duro e irregular, con posibles
elementos peligrosos, como cristales, hierros, bordillos de aceras, etc., que
limitan la movilidad y hacen más peligrosas las caídas y el combate en suelo.
- Los obstáculos, que
condicionan la movilidad y los efectos de las acciones de los contendientes.
Con
todo lo expuesto, deseo dejarte claro que mi opinión en relación con las
actividades de combate es que:
- No son imprescindibles
para crear los reflejos condicionados para responder de forma eficiente ante
entornos hostiles.
-
Los riesgos, en caso de actividades “muy
realistas”, son muy elevados, por lo que no suele merecer la pena llegar a esos
extremos. Y si se limitan determinadas actividades peligrosas, comienza a
perderse el realismo.
-
Los beneficios de la exposición progresiva al
estrés del enfrentamiento pueden ser sustituidos con éxito con otros modelos de
entrenamiento menos arriesgados.
Esto
no quiere decir que esté en contra de los combates sino que, valorados
objetivamente, les veo más inconvenientes que ventajas. No obstante, nuestra
formación contribuye a capacitar a deportistas de combate, y les animamos a que
puedan seguir su sendero con éxito. Al fin y al cabo, todo deporte de
competición, llevado al extremo, acaba siendo SIEMPRE negativo para la salud de
los deportistas, pero sirven de estímulo para que muchos otros realicen estas
mismas actividades a un nivel menos exigente. Por todo ello, mi consejo es
practicar combate “pleno” en contadas ocasiones, para conocer la experiencia, y
el resto de las prácticas de combate, que sean de carácter limitado.
NOTAS
Además de la información adicional aquí referenciada,
puede ampliarse información de este artículo en la web de DCI www.defcomint.com o
contactar en defcomint@hotmail.com.
(2) Estos contenidos no pretenden ni
pueden sustituir a los Cursos Operativos a Distancia, sino que sirven para
divulgar parte del contenido de los mismos. Convocatoria de los Cursos
Operativos a Distancia en www.defcomint.com/CurOpDis.
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