domingo, 8 de julio de 2012

41. Respuesta ante Agarre de Bastón Policial


RESPUESTA ANTE AGARRE DEL BASTÓN POLICIAL

Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico de DCI[1]
Fecha de edición: DIC11

AMBIENTACIÓN

Dentro del esquema de todo enfrentamiento resaltan por su importancia la Pirámide del Empleo de la Fuerza y el Esquema de Combate PNF[2]. La estructura de DCI busca el desarrollo de TTP[3] de acuerdo con la máxima coherencia en todo su contenido. Precisamente por ello se ha investigado profundamente hasta desarrollar estos dos modelos que son de aplicación en todas las fases del enfrentamiento.

Dentro de una situación que podría valorarse inicialmente como “nivel alerta”, es decir, existe información o apreciaciones que inducen a la sospecha de que existe algún tipo de peligro, nuestra acción preliminar se puede basar en la demostración de fuerza no letal, todo ello de acuerdo con la Pirámide del Empleo de la Fuerza. Esta estructura se desarrolla convenientemente en el Nivel 4 de nuestro Curso Operativo a Distancia[4].

EJECUCIÓN


En un momento dado, el adversario toma la ofensiva, capturando el bastón por la punta (imagen 1), lanzando de inmediato un golpe con la otra mano (imagen 2), que es bloqueado con el brazo derecho del combatiente; esta secuencia se engloba dentro del Esquema de Combate PNF como “protección”.


La siguiente fase (neutralización) se ejecuta dando continuidad y fluidez a la acción, mediante una bofetada (imagen 3) seguida de un puñetazo al plexo solar (imagen 4). Estos dos golpes permiten modular el empleo de la fuerza, de modo que pueda ser el mínimo necesario para resolver la situación, pero eso sólo se logra disponiendo de recursos técnicos y tácticos suficientes para poder actuar con eficacia y control.


La fase de “finalización”, en este caso consiste en lograr el control del adversario para poder practicarle la detención. Como el adversario todavía no ha soltado el agarre de la defensa, se avanza sobre él inmediatamente tras el golpe (imagen 5), controlando su codo con la mano izquierda y entrando a su costado para practicarle un control por luxación de hombro en L atrás, también denominada “candado”.


A partir de la imagen 7 se observa la acción desde el lado opuesto, para poder visualizar el procedimiento, que continúa arrebatando el bastón al adversario y aplicando un control por presión en rostro (imagen 10), que permite practicar el traslado con seguridad. Todo el procedimiento permite ajustarse a los principios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad, necesarios para toda intervención de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.


CONCLUSIÓN

En resumen, el procedimiento que ha resuelto esta acción hostil se ha resuelto con un bloqueo (2), dos golpes controlados (3 y 4), un control de hombro (7) y una presión dolorosa (10). La complejidad de la acción va controlándose con el único ingrediente imprescindible en todo camino: la dedicación.

NOTA
Además de la información adicional aquí referenciada, puede ampliarse información de este artículo en la web de DCI www.defcomint.com o contactar en defcomint@hotmail.com.


[1] Más información sobre el autor en: www.defcomint.com/vl.
[2] Puede accederse al desarrollo de estos conceptos en www.defcomint.com/QueEsDCI.htm#Piramide y en www.defcomint.com/ZonaArticulos.htm#EsquemaDeCombatePNF.
[3] Tácticas, técnicas y procedimientos.

40. La Hostilidad (y 2)


LA HOSTILIDAD (y 2)
Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico de DCI*
Fecha de edición: 15NOV11


El artículo del mes de junio del año pasado quedó pendiente de concluir, habiendo incorporado otros artículos a continuación que, por diversas causas, tenían mayor prioridad. Sin embargo, es importante finalizar lo que se comienza, por lo que voy a intentar aportar el resto de la información que deseo transmitir a los lectores en relación con este tema. Como en otros casos, incluyo gran cantidad de enlaces que amplían y aclaran conceptos. Espero que puedan ser de utilidad.

La hostilidad es, ante todo, una forma de manifestar la ira. Por tanto, hostilidad e ira son actitudes que siempre van de la mano la una de la otra. Es muy importante comprender esto, ya que vamos a utilizar esta línea de pensamiento como punto de apoyo, así como herramienta de trabajo enfocada hacia nosotros mismos(1), concretamente en relación con comprender nuestras reacciones hostiles, tanto hacia nosotros como hacia el entorno.

La hostilidad es una manifestación de oposición a la realidad que percibimos. Esta realidad no nos gusta y por tanto, reaccionamos, ya sea para modificarla, para evitarla o para asumirla (enfrentarse, huir, proteger, pedir ayuda, inhibirse…). Evidentemente, la actitud hostil es sólo una de las formas de reacción ante la adversidad, en forma de resistencia interna y/o externa, para modificar la realidad misma o la percepción de ella. Porque, en la mayoría de los casos, LA REALIDAD nos afecta sólo en un 10%, mientras que la PERCEPCIÓN E INTERPRETACIÓN que hacemos de esa realidad, llega a afectarnos en un 90%(2). Por tanto, si modificamos la percepción y la interpretación de esta realidad, también podremos modificar ¡en un 90%! el modo en que nos afecta.

Los efectos fisiológicos y emocionales que produce una actitud hostil en el individuo son consecuencia del estrés que genera esta actitud. Aumento del ritmo cardíaco(3) y la tensión arterial, descarga de adrenalina en el torrente sanguíneo o efecto túnel(4) son probablemente los efectos más significativos que modelan la percepción (interna) y actuación (externa) como consecuencia de la hostilidad.

La acumulación (exposición prolongada o intensidad puntual muy elevada), tanto a una sensación de hostilidad como al estrés, produce efectos dañinos para la salud. La ansiedad que producen estos dos elementos intenta ser contrarrestada por las defensas mentales pero, si no lo consiguen, los efectos pueden continuar en la persona, a pesar de que el peligro haya cesado. Insomnio, irritabilidad, sobresaltos o falta de concentración son efectos habituales que se manifiestan, llegando a padecer el síndrome del estrés postraumático(5). Por tanto, es necesario encontrar un modo de evitar esta situación.

Pero la realidad de la vida nos demuestra que el ser humano tiene que enfrentarse necesariamente a la hostilidad de su entorno, ya sea en los niveles físico, verbal y/o emocional, y más especialmente en el desarrollo de actividades profesionales como la militar, policial, médica, enseñanza, etc., pero también se produce esta exposición en el propio hogar (discusiones, violencia doméstica…) o fuera de él (enfrentamientos verbales, peleas, atracos, disturbios, etc.), es decir, en toda situación en la que se produzcan confrontación o resistencia.

El Sistema de Combate DCI busca, dentro de un concepto holístico(6), la prevención de los efectos causados por el estrés en todos los casos, lo que puede constituir un medio de enfrentarse a los retos que nos toca afrontar en la vida diaria(7). La realidad es percibida por cada cual a través de una serie de filtros que nos permiten interpretarla y darle significado de acuerdo a nuestra predisposición de cada momento (pensamientos, datos, prejuicios), para finalmente incorporarla a nuestros conocimientos (información y experiencias). Los principales filtros que intervienen son los valores, las creencias y las emociones. Este sistema selectivo le sirve al ser humano para poder atender a las necesidades más acuciantes cuando es necesario, de acuerdo con el instinto de supervivencia, pero esta percepción filtrada también puede convertirse en un elemento que limite nuestras capacidades de respuesta ante situaciones de riesgo. Efectivamente, las respuestas básicas ante el peligro son, en el caso del hombre, enfrentarse, huir (“fight or fly”), y en la mujer se producen respuestas de proteger y buscar ayuda(8). En cualquier caso, también pueden manifestarse en ambos sexos la reacción de quedarse paralizados (inhibirse) que, en muchos casos, podría acabar siendo la peor reacción, al quedarse a merced del peligro. Este tipo de respuestas naturales deben ser canalizadas adecuadamente para poder aprovecharlas de un modo práctico y mantenerse dentro de un marco legal y de un marco moral adecuados(9).

Por eso, es fundamental el desarrollo de la capacidad de limitar los efectos negativos que produce la hostilidad en nuestro interior, lo que se traducirá en una disminución del sentimiento y manifestación de esta hostilidad. Sentimiento, manifestación y efectos pueden resolverse de un modo global (holístico), atendiendo al problema de base: los filtros (valores, creencias y emociones).

Los valores actúan como un disparador de la ira, en el momento en que se superan los límites que consideramos correctos o adecuados(10). Pero si somos capaces de comprender que nuestra libertad finaliza donde empieza la de los demás y NOS SENTIMOS PREPARADOS PARA AFRONTAR estas injerencias, estaremos en condiciones de abrirnos a otras opciones que, aunque no las compartamos necesariamente, podremos respetarlas y, en el mejor de los casos, aprender de ellas, ¡aunque sea para saber cómo enfrentarnos mejor a ellas!

Las creencias son ideas o hechos que consideramos ciertos, y que constituyen la base de nuestras interpretaciones. Si A es bueno, lo que está de acuerdo con A es bueno, y lo que no lo está, debe ser necesariamente malo. Por tanto, las creencias son la base de los prejuicios y de las manifestaciones de rechazo y odio sin siquiera haber tenido la más mínima experiencia previa con aquello que rechazamos. Visto desde este punto de vista, podemos llegar a pensar en las ventajas personales que nos puede producir el hecho de vaciarnos de creencias, para poder abrirnos a los demás(11).

Las emociones son, quizá, el elemento que más se intenta controlar para una correcta gestión de la hostilidad. Pero el control puede realizarse por medio de la represión (con repercusiones negativas insospechadas) o por medio de la comprensión, lo que permite la evolución de la persona hacia unos niveles más elevados de conocimiento del entorno y de sí mismo.

Esta comprensión se basa en “observar” las emociones, entender cómo se originan, qué efectos nos producen internamente y cómo reaccionamos.

Si nos atenemos a este esquema, podremos comprender que una reacción no meditada ante una emoción nos convierte en autómatas, de acuerdo al modelo estímulo-respuesta de Pavlov(12). Sin embargo, es la mente, y muy especialmente la comprensión de las realidades y la voluntad, las que verdaderamente permiten decidir las acciones y respuestas deliberadas del ser humano. Para ello, el individuo recibe la información exterior, la procesa en relación con la situación interna y externa, decide la respuesta y la ejecuta. En este proceso es muy importante tener en cuenta nuestras respuestas de acuerdo a la Pirámide del Empleo de la Fuerza(13) y, siempre que sea posible, a los modelos operativos de Comunicación No Violenta(14), que se utilizan en DCI habitualmente para resolver situaciones de bajo nivel de riesgo.

Si tras este estudio, estamos en condiciones de comprender qué elementos interactúan en nuestra relación con el medio y cómo manejarlos, podremos disminuir hasta los límites adecuados la hostilidad que habita en nuestro interior.


NOTAS

*    Más información sobre el autor en http://www.defcomint.com/vl.

Puede ampliarse información de este artículo en los enlaces que se incluyen a pie de página a lo largo del texto, incluyendo muchos de ellos de la web de DCI www.defcomint.com. Para abrirlos deberán seleccionarse, copiarse y pegarse en la barra de direcciones del explorador de internet.

También se puede contactar en defcomint@hotmail.com para aclarar dudas o aportar comentarios.


(1) Ya se trató anteriormente la hostilidad en general en el artículo anterior y la hostilidad ajena en “La victoria sobre la violencia”: http://www.galeon.com/jlgarcia/dppm/victoria.pdf
(6) El holismo enfatiza la importancia del todo, que es más grande que la suma de las partes, y da importancia a la interdependencia de éstas.
(7) Para comprender que la violencia no debería ser motivo de más violencia es interesante relacionarlo con el documento “marginalidad y violencia”: http://www.defcomint.com/1ArticulosZona/MarginalidadYViolencia.pdf
(8) Mujeres y hombres no suelen manejar el estrés del mismo modo: http://www.tupsico.com/destacado/los-hombres-y-las-mujeres-responden-al-estres-de-manera-distinta
Sin embargo, determinados consejos son perfectamente aplicables a ambos sexos. El documento “el estrés y el VIH” incorpora valiosa y concisa información para comprender cómo funciona, cómo afecta y cómo enfrentarse positivamente al estrés, no sólo en los casos de personas que padecen el HIV, sino de aplicación general para todos (http://pwatoronto.org/spanish/pdfs/topic-stress+HIV.pdf).
(10) Hay un límite en el que la tolerancia deja de ser virtud (Edmund Burke).
(12) Este estupendo artículo nos abre a los estudios teóricos sobre motivación, aprendizaje y gestión de las situaciones: http://www.monografias.com/trabajos13/teapre/teapre.shtml

39. Escopetas de Combate y de Intervención Policial


ESCOPETAS DE COMBATE Y DE INTERVENCIÓN POLICIAL

Por Ángel Dueñas Diz, Monitor y 2º Dan de DCI y 2º Dan de Karate
Fecha de edición: 16OCT11


TECNICAS DE COMBATE

En DCI (defensa, combate e intervención) intentamos adaptarnos a los cambios que experimenta nuestra sociedad, evolucionando con el mundo, pensando que esta evolución marcial es necesaria para enfrentarnos a los peligros de la delincuencia actual y a los nuevos conflictos armados que amenazan  nuestro modo de vida (terrorismo nacional e internacional, el crimen organizado, la inseguridad económica, los flujos migratorios incontrolados, las catástrofes naturales o la escasez de recursos básicos). Pensando que la seguridad no es sólo tarea esencial del gobierno sino también del conjunto de la sociedad, pero teniendo presente que los medios militares son uno de los pilares sobre los que se sustenta la seguridad nacional, no podemos seguir entrenando con artes marciales milenarias, aprendiendo a defendernos y a atacar con y contra armas que ya se han quedado obsoletas y en algunos casos sólo se pueden encontrar en las vitrinas de los museos, tenemos que innovar e investigar diferentes tipos de armas, conocer su munición para así crear TTP (tácticas, técnicas y procedimientos) que mejor se ajusten al arma que tengamos que utilizar o defendernos de ella.


CONOCIMIENTO DE LAS ESCOPETAS

Las escopetas militares y policiales siguen siendo muy versátiles y continúan en plena vigencia; aquí en España, la Franchi SPS 350 es el modelo de dotación para las unidades de nuestra Policía Nacional; igualmente la usan con plena confianza unidades como el GEO o el GOE. El GIE de la policía foral navarra también tiene de dotación escopetas de 12 mm pero prefiere usar las Remingtón M 870.

Estas armas tienen una triple vertiente:
  • Se utilizan para volar cerrojos y bisagras de puertas con proyectiles frangibles, facilitando el paso de los equipos de asalto.
  • También se aprovecha su capacidad de disparar proyectiles de diversas utilidades (gas tipo OC y CN, de goma, etc.).
  • Y por ultimo obviamente, es el de disparar cartuchos letales cargados con muy diferentes tipos de proyectiles.
La decisión primera a tomar respecto a la adopción de una escopeta es su accionamiento, esta selección no es fácil y por esta razón es habitual ver ambos sistemas prestando servicio.


CAÑONES PARALELOS Y SUPERPUESTOS

Estos dos tipos de escopetas quedan descartadas de las funciones militares y policiales aunque sin embargo son utilizadas por unidades policiales de algunos países sudamericanos y africanos.

En defensa personal civil sí que podemos encontrarnos con una amenaza con este tipo de armas o por el contrario tener que defendernos con ellas.


SISTEMA DE CORREDERA

Este tipo de escopetas tienen una gran reputación de fiabilidad sobre todo en los dos modelos más utilizados por profesionales, las Remington y las Mossberg. También son las más fiables a la hora de tragarse cualquier tipo de munición, incluso las de letalidad reducida (llevan menos carga de pólvora) debido a su recarga manual. Sin embargo este tipo de arma tiene un inconveniente, que el combatiente necesita las dos manos para operar con ella. Esto a veces no es posible debido a que durante la misión deberás afrontar una serie de circunstancias:
  • Tocar el hombro del compañero para que sepa que estas detrás al inicio de un asalto.
  • Manipular el equipo.
  • Abrir puertas.
  • Subir escaleras.
  • Empujar o guiar al detenido o protegido.
  • Cachear a un sospechoso.
En estas circunstancias la escopeta de corredera se convierte en un arma monotiro.


SISTEMA SEMIAUTOMÁTICO

Al contrario que la de corredera, la escopeta semiautomática ofrece la ventaja de que una vez cargada y pese a su retroceso se puede disparar (en caso de emergencia) con una sola mano hasta vaciar el cargador.

Se elimina la posibilidad de manipular incorrectamente la corredera de manera que no se realice su recorrido completo y no se llegue por ello a alimentarla.

Los modelos más recientes están ideados para poder disparar municiones especiales, pero necesitan un mayor mantenimiento.

Son más rápidas a la hora de volar cerrojos y bisagras que las de corredera.

Dentro de estos dos sistemas (corredera y semiautomática) existen diferentes complementos que se pueden ensamblar rápidamente sobre el terreno, así como una extensa gama de culatas disponibles (abatibles, retractiles, sintéticas fijas, desmontables, con almacén para cartuchos con sistema de control de retroceso, con empuñadura de revolver…).

La ventaja que ofrecen las culatas regulables es una mejor adaptación a la morfología de cada agente o militar y hacerlas más cómodas a la hora de utilizar con gruesos chalecos antibala.


MUNICIÓN

Está claro que cada escopeta tiene un comportamiento diferente en el disparo aun siendo de la misma marca y modelo. Es una de las principales metas para los fabricantes que estas diferencias se reduzcan al máximo y sobre todo que se consiga una agrupación consistente. Existen para uso militar y policial una gran cantidad de cartuchos tanto letales como de letalidad reducida.


MUNICIÓN LETAL

Entre los cartuchos letales podemos diferenciar los que disparan postas y los que disparan balas tipo Slug o Bremekke.

Con carga 8 o 9 postas de cobre del 00. En versión semiautomática con 9 del mismo tipo.

Con postas alineadas para una agrupación más compacta gracias a un taco acolchado.

El Tactical Truball, para cañones rayados que además cuenta con un taco de plástico para una mayor precisión.

Para un máximo poder de detención, el Power Shock, un slug (proyectil sólido para escopeta) con bala de punta hueca.

El Tap Custom Buckshot con el mismo número de postas, pero velocidad y retroceso inferior para correderas.

Con disco de polímetro, para ayudar al alineamiento de la bala y aumentar su precisión.

El Tactical Home Defense (defensa táctica de casa) es un slug de retroceso reducido y penetración controlada.


LETALIDAD REDUCIDA

De gas irritante, ruido y luz para provocar efectos neutralizantes.

De caucho, goma y “saquitos de judías”, para impacto directo.

Frangibles, para destruir bisagras y cerrojos.

Cartuchos cargados con postas de plástico, en diferente diámetro.

Con proyectil subsónico, para eliminar o disminuir retrocesos, fogonazos y ruido.

Como hemos visto, la escopeta necesita muy pocos añadidos para servir en unidades tácticas. Estoy seguro que esta arma seguirá sirviendo en dichas unidades durante mucho tiempo debido a su enorme versatilidad y espero que dentro del ámbito militar tenga el reconocimiento que se merece.


FACTORES A TENER EN CUENTA EN EL COMBATE CON Y CONTRA ESCOPETA

La experiencia nos enseña que enfrentarse a un arma de fuego cuando el que la porta tiene intención de usarla y sabe cómo hacerlo, es una situación muy difícil de resolver, dependiendo de elementos circunstanciales como el error en la trayectoria del disparo por parte del adversario, existencia de parapetos que nos permitan repeler la agresión, chalecos antibalas, blindajes, etc.

La mejor defensa ante este tipo de amenazas es evitar que use el arma basándonos como siempre en la distancia y protección.

Tenga el combatiente el arma en sus manos o esté siendo amenazado por ella, debe tener en cuenta una serie de características:
  • La cantidad de munición que puede llevar (2 cartuchos si es paralela o superpuesta y de 5 a 8 las de corredera y semiautomáticas, con cargador lleno).
  • La rapidez con que se puede municionar el arma.
  • Es muy difícil que sufra o que podamos crear una interrupción.
  • La zona roja o de peligro es más reducida, si la comparamos con otras armas de fuego.
  • El abanico que produce su disparo es más amplio.
  • A distancia larga es difícil que produzca daños colaterales pero en distancia corta y sitios cerrados es mortal.
  • Es imposible saber qué tipo de munición lleva si nos apuntan con ella, por eso siempre debemos de actuar como si fuese munición letal.
  • Un poder de detención no igualado en distancias cortas.
  • Un mayor potencial de acertar en el blanco, incluso disparando desde la cadera.
  • Impacto psicológico tanto por el ruido que produce al accionar su corredera (demostración de fuerza letal) como por su imponente presencia (disuasión por la presencia e imagen).
  • Capacidad de atravesar con sus disparos puertas y tabiques de un grosor moderado.
  • Gran dureza y robustez si nuestra intención es utilizarla para golpear.

NOTAS
Además de la información adicional aquí referenciada, puede ampliarse información de este artículo en la web de DCI www.defcomint.com o contactar en defcomint@hotmail.com.