CONTROL DEL BRAZO RECTO (1)
Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico
En
D.C.I., un control es una forma no lesiva de neutralizar a un adversario en la
que se le impide toda acción agresiva. Uno de los procedimientos más habituales
para conseguir esto es la aplicación de las luxaciones de modo controlado, es
decir, forzando la articulación, de modo que el dolor producido obligue a la
colaboración por parte del adversario.
Esta
secuencia, extraída de la acción 51 de las TTP (técnicas, tácticas y procedimientos)
de D.C.I. incluye varios tipos de aplicación del concepto de control, como se
trata a continuación.
En
las imágenes 1 y 2 se está bloqueando el codo del adversario, inmovilizándolo,
y evitando la posible resistencia mediante hiperextensión de la muñeca. En este
control se busca una inmovilización del codo del adversario basada en el dolor
controlado producido sobre la muñeca.
La
siguiente secuencia de imágenes (3 a 5) muestra cómo se realiza la incorporación
controlada frente a un adversario neutralizado por la acción anterior. En caso
de continuar la resistencia, puede continuarse la hiperextensión de muñeca para
fijar al adversario contra el suelo. Una vez incorporado, en la última imagen
se observa otro control del brazo recto, esta vez aplicando una palanca de
primer género, donde el punto de apoyo se encuentra en el codo y la tracción se
realiza sobre la muñeca.
Estos
ejemplos son sólo una muestra de las múltiples aplicaciones sobre el brazo
recto. En posteriores artículos se incluirán más ejemplos. No obstante, debe
entenderse que las múltiples aplicaciones que pueden realizarse se deben a la
posibilidad de producir al adversario, tanto dolor como desequilibrio, lo que
lo convierte en una eficaz herramienta de actuación.
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