LA GUARDIA LEJANA
Por José Vicente Lumbreras Martín, Director Técnico de
D.C.I.(1)
Fecha
de edición: 01MAR10
Las guardias permiten una eficaz
defensa del combatiente ante los posibles ataques enemigos, así como constituir
una posición de ataque inmediato. En este caso se va a analizar la guardia
lejana, que es aquella en la que combatiente y adversario se encuentran, entre
ellos, a una distancia superior al alcance de los recursos de combate (manos,
pies y armas disponibles).
Esta distancia obliga a un avance,
que en la mayoría de los casos será directo. Para poder salir de esta
trayectoria con la máxima rapidez, así como mantener la protección de las
partes vitales del cuerpo, la posición de guardia lejana es la más adecuada. En
ella, la línea que une los pies forma un ángulo de 45 grados respecto de la línea
combatiente-adversario, lo que permite, de forma simultánea, ofrecer pocos
objetivos rentables al adversario y un desplazamiento fuera de la trayectoria
del ataque con rapidez y control. Asimismo, las caderas y hombros están
alineados con la línea que une los pies, de modo que todo el cuerpo está
dirigido en esta diagonal. De este modo, los desplazamientos sobre esta línea
son biomecánicamente óptimos en cuanto a velocidad, control y economía
energética.
Estas salidas de la trayectoria
de ataque se denominan desplazamientos diagonales, ya sea avanzando o
retrocediendo, lo que facilita, no sólo salir de dicha trayectoria de ataque
enemiga, sino también el ajuste de distancia con el adversario.
NOTAS
Este artículo es un resumen del que se publicó en el
número 103 de la revista Soldiers Raids, del mes de abril de 2004. Además de la
información adicional aquí referenciada, puede ampliarse información de este
artículo en la web de D.C.I. www.defcomint.com o contactar en defcomint@hotmail.com.
(1) Más información sobre el autor
en http://www.defcomint.com/vl.
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